martes, 18 de mayo de 2010

Las Golondrinas


Esta historia le ha dado la vuelta al mundo y creo que a nosotros, las personas que nos dedicamos al negocio de las funerarias, nos debería tocar de cerca.


De aquí podríamos sacar más que conclusiones, podríamos aprender y desmostarle a las familias que servimos, la importancia que tiene la perdida de un ser querido.


Últimamente han surgido en los noticieros, o por Internet, eventos donde han estado envueltos animales que han sido captados por la cámara de alguien. Estos se han publicado en los medios dando los mismos la vuelta al mundo y sacándonos a más de uno las lágrimas o más bien despertando esa parte que tenemos dormida en nuestro ser, que es la sensibilidad.


Lo que observarán de aquí en adelante son las fotos captadas por el lente de un fotógrafo que quizás por curiosidad, o con el fin de sacarle algún provecho las tomó, sin imaginar el impacto que podrían tener ante la gente.



Este pajarito se encuentra tirado en la carretera, quizás herido de muerte o en una condición fatal.

Ella fue atropellada por un auto mientras volaba muy bajo sobre la vía.




El macho viendo a su amada tirada e imposibilitada le trae comida y trata de atenderla con amor y compasión mientras la hembra abre su boca en un intento por alcanzar la comida que él le trae.


En vano trata de que ella coma, se da cuenta de que sus esfuerzos por tragar son casi imposibles.





El macho vuelve a posarse sobre la hembra, pero esta vez se da cuenta de que está muerta.


Trata en vano de moverla en un último intento por revivirla, pero ya no hay nada que hacer, no da señales de vida.





Percatándose de que su amada está muerta y que ya nunca podrá volverla tener junto a él, trata de rodearla de amor. Le grita, mueve sus alas en un último intento por revivirla.





Sigue con sus gritos de dolor anunciando la perdida que ha tenido. La tristeza lo embarga.


En su carita solo se refleja el dolor.





Finalmente se queda junto al cadáver en señal de duelo pasando con ella esos últimos momentos.


Demostrando de alguna forma su sensibilidad ante la perdida de su ser amado.




Millones de personas en América, Europa y hasta en la India han llorado ante estas escenas de dolor mostrada en las fotos.


El fotógrafo probablemente haya vendido estas fotos por un buen precio, a uno de esos famosos periódicos. Quisas todas las copias de la edición donde fueron publicadas las fotos fueron vendidas.


Mucha gente habrá pensando más de una vez que los animales no tienen cerebro o sentimientos. Ellos por el contrario, le han demostrado al mundo en escenas como esta que es probable que tengan más sentimientos que nosotros los llamados seres inteligentes. Ustedes han sido testigos de unos momentos de amor y dolor, sentida por una criatura de Dios.


Ahora, después de haber visto estas escenas tan conmovedoras. Deberíamos pensar: ¿No somos nosotros los llamados a orientar a las familias que servimos? ¿No somos nosotros los que deberíamos tomar las riendas de nuestros negocios y ayudar a las familias a recobrar esa sensibilidad, ese sentimiento que llevamos dormido y que hemos ido perdiendo, quizás por la rutina diaria de la vida y el poco tiempo que nos dedicamos incluso a nosotros mismos?


¿No deberíamos tomar ventaja de estas situaciones y además de ayudar a la humanidad a recobrar lo perdido, también haríamos que nuestros negocios sigan echado hacia delante?


Hemos visto como en los últimos tiempos nuestros negocios han ido mermando. Los servicios que escoge la familia no es ni la mitad de antes. Nuestros ingresos se han sido afectando. Vamos despidiendo padres de familia ante la falta de trabajo. Vamos invirtiendo menos en nuestros negocios y por lo tanto se va afectando la apariencia del mismo. No compramos coches nuevos ni equipos nuevos, solo tratamos de reparar lo que tenemos.



Nos hemos puesto a pensar realmente: ¿Qué estamos haciendo mal en nuestras empresas? ¿No ha llegado la hora de prestar atención a los últimos acontecimientos que han sucedido en el mundo con los animales? Ellos nos han demostrado que tienen más amor y más sensibilidad que nosotros.


Despertemos de ese letargo, hagamos nuevamente que se crea y se quieran usar nuestros servicios.


Hablemos a todo el mundo de la importancia de nuestros servicios. Demos a nuestros clientes una sacudida para que también despierten a esa realidad y ese amor que estamos perdiendo. De esta forma contribuiremos a rescatar las cosas perdidas y lograr que en nuestro mundo se viva mejor.




Miami, Florida