jueves, 20 de diciembre de 2012

Los Reyes Magos

El invierno había sido bastante frío, pero el hecho de saber que nos entregarían nuestra casa nueva nos calentaba hasta el alma.  Finalmente, llegamos a ella el 5 de enero, un día antes de la celebración de Los Reyes Magos, solo mudamos del pequeño departamento en que vivíamos unos colchones para poder dormir allí esa noche tan especial y unos cuantos utensilios para hacer el desayuno a la mañana siguiente.  Una vez mis tres hijos se cansaron de correr por la casa vacía y se fueron a dormir, saqué de la camioneta todos los juguetes que traía y me la pasé casi el resto de la noche armando las bicicletas que recibirían a día siguiente, solo ansiaba ver sus caras de sorpresa cuando despertaran.   

Esa mañana fue muy especial, mis hijos estaban locos con sus juguetes, mi esposa y yo con la casa nueva que tanto habíamos anhelado durante años.  Todo era felicidad.   

Cuando mi hijo más pequeño, salió con su bicicleta al patio trasero, me percaté que el niño de mi vecino, un chiquillo como de unos cinco años, se aproximó con carita muy triste a la cerca que dividía nuestra propiedad, mi curiosidad al ver su cara fue tanta que me acerqué a él y sonriendo le pregunté:  

--¿Y a ti que te trajeron Los Reyes?  

Él me miró fijamente, le brotaron lágrimas de sus ojitos y me dijo:  

--Cómo mí papá no está trabajando, no pudo ir a hablar con Los Reyes Magos y ellos no me pudieron traer nada. 

Tuve que tragar muy hondo y aclarar mi garganta antes de hablarle nuevamente.  Entré a mí casa, todavía con un taco en mi garganta, hablé con mi esposa y con mis hijos, al escucharme, el mayor, que solo tiene 7 añitos, me dijo: 

--Papá, dale mi bici que yo espero a que Los Reyes me traigan otra y mientras tanto comparto las de mis hermanos.   Todos asintieron con la cabeza.

Mi esposa y yo nos miramos sin mediar palabra, tomé la bicicleta sin pensarlo dos veces, fui al patio, levanté al chico por arriba de la cerca y le dije:  

--A tu casa no pudieron ir Los Reyes Magos, pero en mi casa ellos si te dejaron esto. 

--¿Te gusta? 

La expresión de su carita, su sonrisa y su alegría valían más que todo el oro del mundo. 

Levanté la cabeza y miré a su padre que me observaba con cara de rareza y le dije: 

--Los Reyes Magos dejaron esta bicicleta aquí para el niño y me dijeron que tenía que entregársela.  ¿No hay problema verdad? 

Se acercó a mí, me dio el apretón de mano más fuerte que nadie me había dado jamás y con esto sentí que se consolidaba no solo nuestra amistad, sino una hermandad que comenzó ese mismo día. 

Veinte años después un 6 de enero, día de Los Reyes Magos, cómo las 6:00 de la mañana me encontraba en la cocina preparándome una taza de café, cuando alguien tocó la puerta de cristal que daba al patio trasero, miré, era aquel niño ya convertido en un hombre, abrí la puerta, le di un fuerte abrazo y él me preguntó: 

--¿Será que habrá una bicicleta para mí en esta casa?  

--Una bicicleta no, pero una buena café si, nos reímos y nos sentamos a conversar durante un largo rato, me contó todo lo que había hecho durante sus días de estudiante en la universidad, de sus planes futuros y antes de irse volvió a abrazarme y me dijo al oído: 

--Gracias por haberme ayudado a ser tan feliz desde niño, por haberme enseñado que las pequeñas cosas tienen también un valor muy grande, por enseñarme a respetar a otros y respetarme a mi mismo y por haberme hecho sentir en tu casa cómo un hijo más.  Eres una gran persona. 

Salió por la puerta de cristal y al brincar la cerca que dividía nuestro patio, levantó la mano para decirme adiós con aquella misma sonrisa que aún llevo guardada en mi mente desde veinte años cuando lo conocí por primera vez.

martes, 16 de octubre de 2012

Gracias Mamá





Gracias Mamá

Mamá se nos quedó dormida
Ya estaba muy cansada
Su salud muy delicada
Nos dijo adiós con una sonrisa
 
Nos dio lo mejor de su vida
Nos enseñó a caminar derechos
Aún por lugares estrechos
Siempre nos sirvió de guía
Mucho la vamos a extrañar
A veces solos nos sentiremos
Pero juntos oraremos
Para un día volverla a encontrar
Señor, cuando llegue a tu morada
No te dejes engañar
Y mándala a descansar
Sino siempre estará ocupada
 
Se levantará muy temprano
Tu trono estará reluciente
Llenará de flores el ambiente
Y te dirá que no puso sus manos

Siempre te dirá que está bien
Nunca se quejará por nada
Y aunque esté muy agotada
Siempre te sonreirá también

Señor, gracias por habérnosla prestado
Disfrutamos mucho su presencia
Ahora llenáremos de paciencia
Para esperar el día de estar a su lado
 
 

jueves, 14 de junio de 2012

El Padre Autor: (Héctor F. Gagliadi)


Mi negra, te quiero hablar. Ya los chicos se han dormido.
Así es que, deja el tejido que te puedes equivocar...

Hoy te quiero preguntar ¿por qué motivo las madres de la mañana a la tarde
amenazan a los hijos con ese estribillo fijo?

¡Ha cuando venga tu padre!

Con el padre de aquí, con el padre de allá, resulta que al final
a verme llegar a mí, parecen ver a Caín y escapan por todos lados.

Y yo que llegué cansado, de trabajar todo el día, recibo por bienvenida una lista de acusados.

Tu empiezas con tu quejas y yo tengo que enojarme, cómo lo hacia mi padre cuando escuchaba la vieja.

Y entraba a fruncir la cejar apoyando ese fiscal, que en medio del temporal se decían defensoras lo mismo que tu ahora que siempre me dejas mal...

Si los perdono, que ejemplo; así es cómo los educas, si los castigo, so bruto tú no tienes sentimientos y yo que llegué contento no me queda más remedio que poner cara de serio
y escuchar tu letanía.

A mi, a mi que me paso el día pensando jugar con ellos.

Yo quiero llegar a casa y olvidarme felizmente del trabajo, de la gente y de todo lo que pasa.

Los hijos son la esperanza y el por que de nuestras vidas; por eso nunca le digas

¡Ha cuando venga tu padre!

No, no quiero encontrar culpables, quiero encontrar alegrías, que no me pongas de escudo cómo lo hacia mi madre que consiguió que a mi padre lo imaginara un verdugo.

Él llegaba y te lo juro que se acaban las risas y en vez de una sonrisa o tratarlo cómo a un amigo lo miraba confundido presintiendo una paliza.

Y el pobre que me entendía, sacudiendo la cabeza, escuchaba con tristeza lo que mí madre decía y que el de sobra sabia.

Que con este no se puede, que me ensucia las paredes, que la calle, la pelota, que trajo la suela rota, me saca cana verde.

¡A la cama y si comer! aburrido me ordenaba y mí madre me consolaba y yo lo culpaba a él

Y él, que había llegado reciente de trabajar tan cansado y ya lo había amargado con todas mis travesuras. Yo era solo una criatura pero nunca lo he olvidado.

Los hijos, los hijos nunca analizan el sentimiento del padre, por que el brillo de la madre es tan fuerte que lo eclipsa, solo le hacemos justicia a su íntimo sentir cuando nos toca a vivir a nosotros su problema.

Si mi viejo supiera, si mi viejo supiera que recién lo he comprendido y por que nunca me dijo lo mucho que me quería, si ahora se como sufría al ver enfermo a su hijo.

Por que me miraba fijo el primer pantalón largo y se que me habrá besado cuando yo estaba dormido.

Hoy que todo lo comprendo por que no estarás conmigo.

Por que no estarás ahora para abrazarte bien fuerte Viejo lindo y ofrecerte mi cariño a toda hora.

Ves a tu hijo que llora, pero lloro con razón por que te pide perdón al pensar en esos días en que ciego no veía que eras todo corazón.

Déjame Negra, déjame Negra que llore es tan lindo desahogarse.

Vamos a ver lo que hacen nuestros futuros señores. ja, ja,

Mira eso pantalones, tapa un poco la nena, o ya se, ya se, no me lo digas, se fue a la calle sola.

Acuéstate protestota mañana, mañana será otro día

domingo, 3 de junio de 2012

Desconsiderados



Real Academia Española define:

Desconsiderado (adjetivo) = Falto de consideración, de advertencia o de consejo.
Diccionario de la lengua Española 2005 Espassa-Calpe:
Desconsiderar = No  guardar la consideración debida a algo o a alguien
Desconsiderado = Falto de consideración y respeto
Sinónimos = descortés, abrupto, abusivo, chabacano, de mala educación, inconsiderado desaprensivo, irrespetuoso, impertinente.

Diccionario Educar.org define:

Desconsiderar – tr- No guardar la consideración debida, desconsolar, privar de consuelo, afligir.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox 2007 Larausses Editorial, S.L.
Desconsiderado, da = adj. = Que no muestra respeto y atención hacia una persona o cosa.

Así podríamos seguir hasta completar un diccionario adicional solo con definiciones de esta palabra.  Pero en realidad creo que “Desconsiderado” es todo aquel que no tiene la más mínima cortesía para con su prójimo.  Hay diversidad e interminables ejemplos de éstos, pero lo que está sucediendo tan cerca de nosotros no debería pasar desapercibido. 

Mientras nuestros políticos se preocupan por ver cómo ganan el próximo asiento en la legislatura o cómo no pierden el que ya ocupan, nuestros niños, jóvenes y viejos siguen muriendo en nuestras carreteras por causa del modernismo, por la gente que lleva en sus manos esa arma letal  llamada “CELULAR”, con el cual vamos tratando de resolver, en una llamada todo lo que no hemos hecho durante la semana en nuestras oficinas, donde vamos acariciando ideas o simplemente sosteniendo una conversación que no tiene ni ton, ni son, quizás sin importancia alguna o que no nos atrevemos o queremos tener personalmente con la otra persona.  ¿Talvez para que no vean el montón de muecas que hacemos mientras hablamos?

Aún más ahora tenemos los famosos “Text Message” o mensajes de texto detrás de los cuales nos escondemos para que ni siquiera reconozcan nuestra voz, ¿Será que acaso  tenemos miedo de que la otra persona sepa, por el tono de nuestra voz, que estamos mintiendo o algo así?   ¿Será que no nos atrevemos hablar directa y concretamente con la otra persona decirle lo que sentimos o lo que nos molesta? O simplemente estamos, cómo dice mi padre, enamorados a lo adivino y no tenemos los ¡….! para decirlo.  De esto podríamos dar mil ejemplos más y no quiero aborrecerlos. 

También nos encontramos en nuestro diario caminar con personas fumando en sus autos con los cristales cerrados y con niños en la parte trasera aspirando ese humo que los va matándolos poco a poco y hasta a veces somos tan entupidos nos reímos cuando vemos que se ahogan con el humo.  Encontramos hombres afeitándose, cepillándose los dientes, mujeres poniéndose las pantimedias, peleando con los chicos que van en la parte trasera sin cinturones de seguridad, maquillándose, sacándose las cejas, quitándose los bigotes, o arreglándose el cabello mientras manejan, fuman, y hablan por el celular, pero cuando uno le comenta algo al respecto, dicen que ellos son polifacéticos.   Por cierto muchas de estas cosas, aunque son muy comunes dependiendo de donde se hagan, por ejemplo: manejando un vehículo en la calle son muy desagradables ante los ojos del vecino que va conduciendo el vehículo a su lado.  ¿Se han puesto a pensar en esto?

Ahora me pregunto yo. ¿Se le puede llamar “Desconsiderados” a todas estas personas que nos encontramos día a día atentando con nuestra seguridad, tratando se matarse o de matarnos? Cuando está más que comprobado científicamente que ningún ser humano puede hacer más de una cosa a la vez sin distraerse, sin dañar algo o a alguien,  que esa pequeña distracción puede acabar en desgracia que después tenemos que lamentar.  ¿O se debería llamársele de alguna otra forma? ¿Díganme ustedes?

A nuestros legisladores ¿Qué es más importante ganarse una silla desde donde, “dis que” van a ayudar al pueblo? ¿Hacerse ricos? ¿O legislar leyes que protejan a las personas aunque no les guste a mucho y por eso pierdan la silla?  ¿Qué esperan que les toque de cerca a ustedes para que así se den cuenta de cuantos “Desconsiderados” hay?  ¿Cuanta falta de respeto y cuantos irresponsables hay en nuestras calles conduciendo vehículos de motor con armas en las manos que no disparan pero que causan muertes? ¿Van a legislar para que haya un control con los celulares? ¿Van a educar un poco al pueblo para ver si aprenden que una llamada o un texto pueden restarle tiempo a sus vidas o la vida de otros?   ¿Qué un descuido no acorta el tiempo de hacer cosas?  ¿Que no hay nada mas importante que la vida?

Creemos conciencia.  Esperemos llegar a un lugar para hacer las cosas que tenemos que hacer.  Levantémonos un poco más temprano y hagamos en nuestra casa lo que no debemos hacer en los autos.  Tómese una buena taza de café, comparta cinco minutos más con su familia.  Pregúntele a su pareja cómo amaneció.  Pregunte a sus hijos que van a hacer durante el día.  Saque cinco minutos para desearle que todo le vaya bien durante su día y volvamos al pasado donde nuestros padres tenían un poco más de tiempo para nosotros.  Donde no se dependían de un celular para vivir, Donde se hablaba de frente y no detrás un aparato electrónico.  Donde afeitarse en auto,  ponerse las panitmedias,  maquillarse, y quien sabe que otro millón de cosas más que se deben hacer en la casa antes de salir sin poner en riesgo la vida de los demás. 

Si todos pusiéramos un granito de nuestra parte en estos aspectos, veríamos como podemos vivir más felices.  Vamos a ver como el conductor del al lado nos sonríe y nos muestra cortesía en lugar sacarnos el dedo cuando le pasamos por el lado, nos pelearíamos menos en la carretera y viviríamos más relajados y sin tener que gastar en pastillas para la depresión y el famoso “Stress”

Carlos O. Colon
Miami, Florida

jueves, 3 de mayo de 2012

Mi novia tiene amor para todos

Se acercaba el día de las madres y estaba con todos los preparativos para ir a visitar a mi viejita en Puerto Rico, ese día tan anhelado en que uno quiere estar ahí, ver como la encontraba de salud, estar cerquita acariciándole las ultimas arrugas, comiendo de su mano y ver cuantas cana más le podía contar, molestarla a tal grado que me regañara como cuando era niños, en fin estar ahí. 

Solo había trascurrido un par de meses desde la última vez que la había visto, pero para mi aquello parecía como un siglo, me parecían eternos los días que me faltaban ir a verla. 

Iba camino al trabajo entretenido con mis pensamientos de ir a ver a mi madre, cuando escuché en la radio una interpretación por Ricardo Arjona, que lo único hizo fue agrandar más mis deseos de ir junto mi viejita. “Mi novia se me está poniendo vieja”, solamente el título me había tocado muy hondo y cuando escuché todos aquellos versos era como si él hubiese estado sentado a mi lado describiendo todo lo que sentía por mi madre y todo lo que había pensando durante todo los años de mi existencia.

 Mi novia se me está poniendo vieja
 y yo que me empezaba a enamorar
 del peso de las cosas que aconseja
 de su don universal de perdonar
 Mi novia siempre tiene un plato puesto
  por si algún día pienso regresar
  y preparó en el banco un presupuesto
  por si podría algún día necesitar


Arjona cantaba y en cada estrofa yo sentía que él ponía su corazón y el mío, que aquel amor que describía era un amor del bueno, un amor que no podemos describir fácilmente, que es infinito, que no hay forma de medirlo, que no pone condiciones, un amor con el cual nacemos, que nunca termina, un amor de mamá.

Ojalá y que todos tengan una novia así, aunque se nos esté poniendo vieja y para aquellos que no la tienen vengan, les invito, mi novia todavía tiene mucho amor para compartirlo con ustedes también.

Carlos O. Colon
Miami, Florida

lunes, 30 de abril de 2012

Karl H. Lembcke: Mi Cardiólogo




Ayer probablemente tuve una de la experiencias más bonitas que he tenido en muchos años, me encontré un médico que todavía se preocupa realmente de sus pacientes sin importarle si hay un seguro médico de por el medio, si el paciente tiene o no dinero para pagar la visita o si podrá cobrarlo algún día.

Bueno llegué a la oficina de mi cardiólogo Dr. Karl H. Lembcke, para una visita de rutina, y cuando entregué mi tarjeta del seguro médico a la secretaria de inmediato me dijo: el seguro que usted tiene no lo honramos en esta ofician. El corazón me dio un vuelco, pues no quería perder la cita, ni tampoco tener que cambiar de médico, pues ya llevaba varios años atendiéndome con él y esto representaría como un comenzar nuevamente. Tampoco andaba con dinero para poder pagar por la visita. Mientras la secretaria me miraba yo me sentía como una cucaracha en baile de gallina, la sala repleta de pacientes y yo allí prácticamente mendigando para que médico me viera.

La secretaria finalmente me dijo: déjeme hablar con el medico a ver que me dice, se paró de su silla para ir donde el médico y yo me quería morir en ese instante, mi corazón estaba latiendo con tanta rapidez que si el médico o la enfermera me auscultaba en ese momento me enviaban a una sala de emergencia, no me atrevía mirar a ningún lado pues sentía que toda la gente en la sala de espera me estaba mirando y esperando a ver que decía el medico. Dos o tres minutos más tarde se asomó el médico por la ventanita de atención me miró y me hizo señas de que entrara, yo solo suspiraba a la espera de que me dijera que no me podía atender, él miró, se limitó a echarme el brazo sobre mis hombros y me dijo: jamás se te ocurra no venir a una cita por no tener seguro médico o dinero para pagar, a mi lo que importa es tu salud y mi mayor satisfacción es que mis pacientes estén bien.

Esta había sido una buena bofetada para mi, esto jamás me había sucedido y jamás nadie me había comentado que algo así le sucediera con médico. Me condujo a su oficina se sentó en su escritorio miro mis últimos laboratorios y su cara cambió. De inmediato me dijo: ¡hum! Yo tratándote tan bien y mira tus resultados, todo lo que tienes que tener bajito lo tienes alto y todo lo que tienes que tener alto lo tienes bajito, con unos resultados como estos, gracias a Dios no estas en la universidad por que ya te hubiesen votado del salón de clases y hasta del campus. Nuevamente me miro directo a los ojos y me dijo: yo estudié para hacer todo lo este en mis manos por curar a la gente, nunca me ha importado su situación económica, pero ellos me tienen que ayudar a mí y si me paciente no esta dispuesto a ayudarse no lo quiero aquí, así que tu dices. ¿Te quieres curar? ¿Quieres vivir muchos años más? Si tu contestación es afirmativa yo te ayudo, sino quedamos como amigos y listo.